En casa nos encanta el arroz en todas sus versiones y desde que aprendimos lo fácil que es hacer un risotto, este se ha convertido en un plato muy recurrente en nuestra cocina.
Se pueden hacer infinidad de versiones de risottos pero a nosotros como más nos gusta es de la forma más sencilla, con champiñones. Aunque si provaís con esparragos verdes y gambitas no esta nada mal (me lo apunto para proximas recetas).
Por la red he visto que aconsejan arroz tipo arborio o en su defecto el bomba. Yo si os soy sincera lo he probado con el bomba y no le he encontrado gran diferencia con el que utilizo siempre.
Lo importante eso si, para mi, es utilizar un buen caldo de pollo hecho en casa y un buen taco de queso parmesano o en su defecto un buen queso seco.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS.
- mantequilla
- 1cebolla mediana
- 200g de champiñones
- 300g de arroz (yo siempre utilizo de la casa Nomen)
- un chorrito de vino blanco
- 1l o 1 y 1/2l de caldo de pollo
- queso parmesano para rallar.
Mientras tanto en un cazo calentamos el caldo de pollo.
En la misma sartén añadimos el arroz y se remueve durante un par de minutos. Pasado este tiempo se añade el chorrito de vino blanco y se deja que se evapore casi en la totalidad. Es el momento de añadir de 3 a 4 cazos de caldo y a fuego medio se va removiendo constantemente el arroz para que suelte el almidón. Rectificar el punto de sal.
Cada vez que el arroz se quede sin caldo ir añadiendo de 1 a 2 cazos y continuar removiendo, así hasta que el arroz esté en su punto.
El último paso es añadir queso parmesano rallado junto con una nuez de mantequilla, acabar de remover y voilà.
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